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Ignacio Gonzalvo

¿Museo diocesano de Lérida?

¿Museo diocesano de Lérida?

El Museo en el que están retenidas las piezas artísticas de las parroquias de Aragón oriental no se creó, como algunos sostienen interesadamente, en 1893.

El abogado Joaquín Guerrero, en un artículo que publicó el pasado 28 de mayo en Heraldo, afirma que "un ilustre zaragozano quiso visitar el Museo (de Lérida) y supuso que siendo sacerdote estaría exento de abonar entrada, pero le desengañaron; puesto a seguir probando alegó su condición de periodista y recibió idéntica respuesta: o pagaba o no entraba. ¿Se fundará la negativa a la devolución de lo ajeno en que ’la pela es la pela’?.

Ese zaragozano soy yo (Juan Antonio Gracia), que visité el llamado Museo Diocesano y Comarcal de Lérida el 10 de mayo y hube de pagar entrada a pesar de mostrar mi condición de sacerdote y periodista. "Es la primera vez que en un museo diocesano español se me exige el pago", dije a la amable señora que me atendió. Luego pensé que tal vez fuera correcto que se me tratara como a cualquier ciudadano. Al fin y al cabo, el recinto que visitaba no era en realidad un museo diocesano. Diré más: el Obispado de Lérida nunca tuvo, ni antes ni ahora, un museo diocesano.

Repasemos la historia. Aunque, desde diversas instancias civiles y eclesiásticas catalanas se ha repetido hasta la saciedad que el Museo Diocesano de Lérida se inauguró el 8 de febrero de 1893. Eso es absolutamente falso. Ese ha sido el argumento clave para que los bienes de las parroquias aragonesas no salgan de donde están. Pero insisto en que es una falsedad. Todo lo que hubo en esa fecha fue la decisión del obispo Messeguer de reunir en el Seminario ilerdense piezas procedentes de las parroquias de la diócesis que constituyeran una sección práctica de la cátedra de Arqueología Cristiana.

Lo que escribo es tan ajustado a la verdad que, en septiembre de 1996, el obispo Malla elaboró un documento en el que escribía textualmente: "No consta un decreto formal escrito de constitución del Museo como entidad con personalidad jurídica propia, distinta de la Diócesis o del Seminario. Al parecer, también en otras diócesis se procedía de la misma manera. Se constituía de facto el Museo, sin ningún decreto escrito". Por lo tanto, nunca existió jurídicamente el tal Museo Diocesano y el que se supone como tal no puede tener capacidad patrimonial.

Dejando el pasado, el presente muestra que la Iglesia ilerdense no tiene hoy un Museo Diocesano propio, suyo, de su exclusivo dominio. El que se considera así se denomina "Diocesano y comarcal" e inició su andadura el 6 de mayo de 1988. Ese día, el presidente de la Generalitat, el alcalde, el presidente de la Diputación, el presidente del Consejo Comarcal del Segriá y el obispo firmaron un convenio para la instalación, en concepto de depósito, de las piezas artísticas en un mismo edificio, propiedad de la Diputación Provincial, que las autoridades civiles signatartias se comprometieron a habilitar para Museo Diocesano y Comarcal. Fue inaugurado en noviembre de 2007. En el documento fundacional consta que la propiedad del edificio de dicho Museo es de la autoridad civil y que la gestión del mismo queda en manos de un Consejo Director.

¿Le parecerá impertinante al lector la pregunta que encabeza este artículo?

Artículo publicado en Heraldo de Aragón por Juan Antonio Gracia

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